En la provincia de Santa Fe, según el “Informe 2019 de El Acogimiento Familiar en la Provincia de Santa Fe” se cuenta con Familias Sustitutas desde hace casi medio siglo, con Hogares de tránsito desde hace casi cuarenta años, con el Programa de Familias Solidarias desde el 2007, con el Programa de Acogimiento Familiar desde 2015 y hace cinco años con la modalidad de Familias Abiertas, dejando en evidencia los esfuerzos gubernamentales por la temática (DNNAPSF, 2020).
El Programa de Acogimiento Familiar, como se evidencia anteriormente fue transformándose a lo largo de los años y actualmente cuenta con las siguientes líneas de intervención (ver gráfico):
Los equipos técnicos trabajan en primera instancia identificando a familias que están en riesgo de perder el cuidado de sus hijos y las acompañan en la incorporación de habilidades de cuidado, sin embargo, si la vulneración del derecho a la protección del niño persevera se dictamina la medida de separación, por el menor tiempo posible y priorizando el reintegro familiar. Actualmente, en términos estadísticos la alternativa con mayor cantidad de niños, niñas y adolescentes es la Familia Ampliada y donde más se concentran los menores de 6 años es en Familia solidaria.
Al trabajar con familias ampliadas y/o comunitarias se tiene en cuenta la cercanía espacial con los padres biológicos, la historia de los vínculos entre estos adultos (padres biológicos y familia ampliada) y los recursos monetarios y culturales que tiene la familia acogedora. El informe mencionado previamente señala que en varias oportunidades el acogimiento con familia ampliada no cuenta con el acompañamiento técnico suficiente y esto provoca que los niños roten por diferentes núcleos de la familia extensa.
Por su lado, las familias abiertas pueden convivir o no con el/la adolescente. Cualquier adulto mayor de 25 años puede postularse al programa, el objetivo es que el adolescente, que no puede reintegrarse con su familia de origen ni tampoco incorporarse a una familia adoptiva, cuente con un adulto de referencia para apoyarse, desarrollando un vínculo afectivo durante su proceso de autonomía y egreso del sistema de protección. Al igual que las familias solidarias, pueden recibir subsidios financieros, siempre y cuando se evalúe que lo necesitan.
El trabajo con estas familias depende de diferentes equipos técnicos, por un lado, las familias comunitarias y ampliadas son parte del Programa de Acogimiento Familiar (PAF) pero en las medidas de protección excepcional no se establecen las acciones de seguimiento que recibirán, por lo que algunas familias son acompañadas por los ETIS (Equipos Territoriales Interdisciplinarios) y otras derivadas parcial o completamente a los equipos del PAF.
Además, en este entramado, los PAF son los responsables de apoyar a las niñas, niños, adolescentes y familias solidarias, pero los ETIS tienen la autoridad para definir las medidas de protección excepcional, es decir, los ETIS deciden cuándo los PAF comienzan y finalizan su acompañamiento, pero son los PAF quienes más conocen las condiciones familiares (Unicef Argentina, 2018).
La estrategia de captación de familias del Gobierno se concentra en difusiones masivas a través de medios de comunicación tradicionales, en fechas conmemorativas y diferenciándose según jurisdicciones. La Subsecretaria (donde pertenece el PAF) cuenta con un sitio web como principal vía de comunicación, apuntando principalmente a acogimiento de niños de primera infancia; Sin embargo, los equipos reconocen que la mayoría de las familias acogedoras se acercaron producto de la motivación de haber conocido a alguien que acogió temporalmente.
Para la selección de las familias acogedoras, los equipos cuentan con procedimientos e instrumentos de evaluación y selección. En este proceso se dan los primeros contactos entre los equipos y las familias, luego, el acompañamiento a las familias acogedoras depende del tipo de familia, como fue descripto, si la familia es ampliada o comunitaria, puede ser acompañada por los ETIS, y si es familia solidaria será apoyada por el PAF.
Los principales desafíos que se destacan son la falta de sistematicidad e integralidad en las intervenciones con las familias de origen, la existencia de criterios al momento de seleccionar familias acogedoras sin contemplar condiciones de género, socioeconómicas, culturales, etarias y otras más. A su vez, reintegros familiares apresurados por el entramado de actores y la falta de evidencia para tomar decisiones.
Foto: “Papá con bebé”, design by freepik
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